NUEVO Villa Termal de Zújar

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Villa Termal de Zújar

El municipio de Zújar se ubica en el noroeste de la provincia de Granada, en el Altiplano Granadino, a los pies del imponente Cerro Jabalcón, una montaña aislada de 1.496 metros de altitud que se erige como un mirador natural. Desde su cumbre se dominan los principales accidentes geográficos de la Comarca de Baza y del Altiplano de Granada.

Diversos hallazgos arqueológicos en el término municipal atestiguan la presencia de íberos, romanos y moriscos en la zona. Sin embargo, fueron los asentamientos musulmanes, y más tarde los cristianos, quienes sentaron las bases de la actual villa de Zújar. De la época romana se conservan importantes vestigios, como canalizaciones de agua para riego y antiguos caminos. A los romanos también se les atribuye el descubrimiento de las aguas termales del balneario, ya mencionadas por Plinio, así como el aprovechamiento agrícola y la ubicación estratégica del primitivo núcleo de Zújar.

El casco urbano de Zújar se extiende entre el Cerro Jabalcón y el Cerro Jaufí, junto a una fértil vega. El núcleo histórico de la villa está compuesto por un pintoresco barrio de trazado morisco, con casas encaladas, algunas de las cuales datan del siglo XVII. También destaca el amplio barrio de casas-cueva, que forman un singular conjunto en la loma de Abatel. Además, Zújar ha experimentado un crecimiento hacia la vega desde los años 70, dando lugar a nuevas áreas residenciales.

En 1984 se inauguró el Embalse del Negratín, un hecho que transformó significativamente el territorio de Zújar. El embalse sumergió bajo sus aguas el antiguo balneario, incluyendo restos de baños romanos, así como la pedanía de Las Juntas, lo que obligó a reubicar a sus habitantes y dificultó la comunicación con la pedanía de Carramaiza.

El agua ha desempeñado un papel esencial en la historia de Zújar. Además de sus famosas aguas termales, situadas en las orillas del embalse y canalizadas hacia el actual balneario, la localidad está salpicada de numerosas fuentes de piedra, algunas de origen árabe. Entre ellas destacan el Caño de la Sima, el Caño Jorge, el Caño San Leandro y el Cañillo de los Gregorios. En la vega, varias fuentes abastecen al pueblo y refrescan en los días más calurosos, como la fuente de las Doncellas, la fuente de la Alcanacia y la Fuente Grande, entre otras. Asimismo, es notable la presencia del lavadero del Abatel, que aún se encuentra en uso.

Información de sus aguas

NOMBRE DEL MANANTIAL
Baños de Zújar

 

CAUDAL
— l/s

 

TEMPERATURA
39-41 ºC

 

TIPO DE AGUAS
Sulfatadas mixtas

 

INDICACIONES

  • Afecciones reumatológicas
  • Afecciones bronco-pulmonares
  • Enfermedades endocrinas y metabólicas
  • Enfermedades neurológicas
  • Enfermedades ginecológicas

 

USO DEL AGUA MINEROMEDICINAL
Balneario de Zújar

PUNTOS DE INTERÉS

Balneario de Zújar

A diez kilómetros de la localidad de Zújar, a orillas del embalse de Negratín y rodeado de un entorno natural de gran belleza, se encuentra el Balneario de Zújar. Sus aguas, reconocidas como mineromedicinales desde 1928, volvieron a cobrar protagonismo en 2013 con la reapertura del balneario, completamente renovado después de que el edificio original quedara sumergido bajo el pantano en 1985. Hoy en día, este centro termal sobresale por su diseño contemporáneo, con amplios ventanales que bañan los espacios interiores de luz natural, ofreciendo excelentes vistas desde su piscina activa.

El balneario cuenta con cinco exclusivas suites, cada una equipada con jacuzzi y terraza-solarium privada, proporcionando una experiencia sensorial única. A solo 200 metros, comunicado por un agradable sendero, se encuentra el hotel del balneario, un encantador establecimiento cuyas habitaciones están distribuidas en dos plantas alrededor de un patio porticado.

Las aguas del balneario, de alta mineralización y clasificadas como sulfatadas mixtas, emergen a una temperatura de entre 40 ºC. Son especialmente recomendadas para tratar afecciones reumatológicas, neurológicas, respiratorias y dermatológicas.

Manantial termal

En la ladera norte del monte Jabalcón, cerca del río Grande o Guardal, se encuentra el manantial de aguas termales que alimenta al Balneario de Zújar. Estas aguas, reconocidas por sus propiedades curativas, han sido aprovechadas desde tiempos remotos, especialmente durante la época romana, como lo confirman los restos arqueológicos de las antiguas termas. En estas instalaciones termales se diferenciaban los tradicionales espacios de frigidarium, tepidarium y caldarium, donde se tomaban los baños a distintas temperaturas con el objetivo de beneficiarse de los contrastes térmicos. Lamentablemente, en la actualidad, estas históricas termas permanecen sumergidas bajo las aguas del embalse del Negratín, desde su construcción en los años ochenta del pasado siglo.

Además de su empleo terapéutico en el balneario, las aguas termales de Zújar también se pueden disfrutar en una piscina semicubierta, gestionada por el restaurante Los Baños, donde se puede adquirir la entrada. También existe una poza junto al embalse donde la gente acude a bañarse de manera gratuita.

Embalse del Negratín

Con una extensión de 2.170 hectáreas y una capacidad de 571 hectómetros cúbicos, el embalse es el cuarto más grande de la comunidad autónoma de Andalucía. Su función principal es almacenar las aguas del río Guadiana Menor, además de captar las escorrentías provenientes de una extensa red de barrancos y ramblas que desembocan en su cauce.

Inaugurado el 31 de diciembre de 1984, la construcción del embalse trajo consigo la desaparición de la pedanía de Las Juntas, el antiguo balneario conocido como Baños de Zújar, varias vías de comunicación que unían Zújar con la pedanía de Carramaiza, y numerosas cortijadas, como La Gata, Cortijo de los Contadores y Cortijo Seco, que quedaron sumergidas bajo sus aguas.

En la actualidad, el embalse ofrece múltiples áreas acondicionadas para la práctica de deportes al aire libre como piragüismo, ciclismo de montaña, senderismo y parapente. Además, se pueden disfrutar del baño y días de picnic, en sus playas de Freila y Cuevas del Campo que permiten un acceso fácil al agua.

Iglesia Parroquíal de Nuestra Señora de la Anunciación

La iglesia parroquial de Zújar es uno de los monumentos más emblemáticos de esta localidad, situada en pleno corazón del Geoparque de Granada. Los orígenes del templo se remontan al siglo XVI, cuando fue levantado sobre los restos de una antigua mezquita. A lo largo de su historia, ha sido objeto de varias reformas, siendo su estructura actual fruto de una reconstrucción en el siglo XVIII, en la que se fusionan elementos del estilo neoclásico con detalles barrocos.

El interior de la iglesia se distingue por una espaciosa nave rectangular, coronada por una majestuosa cúpula que domina el espacio central. A lo largo de sus muros laterales, se pueden observar diversas capillas ricamente decoradas con frescos y esculturas de gran valor artístico y patrimonial.

La fachada principal combina de manera armoniosa los estilos neoclásico y barroco, con una ornamentación que realza la entrada y sus detalles arquitectónicos. Uno de los elementos más distintivos del edificio es su torre campanario, ubicada a un costado de la nave, la cual añade carácter y presencia a la silueta del templo.

Restos de la alcazaba

La Alcazaba de Zújar se erigía en lo alto de un promontorio estratégico, en la confluencia de las ramblas del Carrizal y Abatel. Aún es posible distinguir la gran plataforma donde se asentaba la fortificación, alargada y de paredes escarpadas, asemejándose a un navío. Sin embargo, hoy solo quedan algunos fragmentos dispersos de sus muros, muy deteriorados y confundidos con el paisaje circundante.

Esta fortaleza tiene sus orígenes en la época califal, aunque fue ampliada y modificada durante el periodo almohade, y nuevamente restaurada bajo la dominación nazarí. Según las crónicas de la conquista a finales del siglo XV, la fortificación estaba sólidamente defendida y resultaba casi inexpugnable. No obstante, de esa imponente construcción solo han llegado hasta nosotros vestigios exiguos.

El deterioro de la Alcazaba ha sido favorecido por la naturaleza de las paredes del cerro, compuestas de limos y arenas compactadas que, aunque ideales para la defensa, han facilitado el colapso de los muros perimetrales. Además, la presencia de cuevas en el conjunto, algunas aún habitadas, ha contribuido a su degradación progresiva, ya que sus chimeneas perforan la capa de relleno, alterando significativamente el paisaje.

INFORMACIÓN DE CONTACTO

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