Olmedo es una villa histórica situada en el sureste de la provincia de Valladolid, reconocida por su profundo legado cultural, que ha sabido preservar a lo largo de los siglos, manteniendo con esmero un patrimonio que refleja su relevancia en épocas pasadas, especialmente durante la Edad Media. Conocida como “La ciudad del Caballero”, Olmedo mantiene una fuerte conexión con la literatura española gracias a la célebre obra El Caballero de Olmedo de Lope de Vega, que inmortalizó su nombre en el Siglo de Oro. Este vínculo literario aporta un valor cultural significativo que atrae a muchos visitantes.
El Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León, ubicado en la localidad, ofrece una recreación a pequeña escala de los principales monumentos mudéjares de la región, proporcionando una experiencia visual enriquecedora que permite apreciar la singularidad de este estilo arquitectónico. Su casco antiguo alberga monumentos de gran relevancia, como la iglesia de San Miguel, que combina los estilos románico y mudéjar, y la iglesia de Santa María del Castillo, un templo gótico del siglo XVI construido en diferentes periodos históricos, ambos destacados ejemplos de la riqueza arquitectónica junto con el Palacio del Caballero, el arco de San Miguel y los restos de las murallas medievales, entre otros monumentos de su valioso patrimonio.
A todo esto, vino a sumarse, en el año 2005, el agua mineromedicinal con la apertura del Balneario Castilla Termal Olmedo, construido sobre las ruinas del antiguo convento de Sancti Spiritus del siglo XII. Este centro termal se ha consolidado como un referente en el turismo de bienestar de Castilla y León, ofreciendo un destino lleno de encanto para quienes desean relajarse y disfrutar de los beneficios terapéuticos de sus aguas en un entorno cargado de historia.
En cuanto a la economía de la villa, la agricultura ha sido históricamente el pilar fundamental, destacando el cultivo de cereales, legumbres y viñedos como las actividades predominantes. Sin embargo, en las últimas décadas, el turismo ha adquirido un papel cada vez más relevante, impulsado por la combinación de patrimonio histórico, cultura literaria y bienestar. Aparte de sus monumentos y aguas termales, su rica gastronomía, basada en platos tradicionales castellanos, completa una experiencia integral en este refinado entorno rural.