NUEVO Villa Termal de La Nava de Ricomalillo

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Villa Termal de La Nava de Ricomalillo

En el corazón de la comarca de La Jara, a escasos cinco kilómetros de la Vía Verde que atraviesa este paraje, se encuentra La Nava de Ricomalillo, un pequeño pueblo que se extiende a los pies de un cerro rodeado por un paisaje natural de montes, arroyos, olivares y extensos jarales. Sus calles empinadas, jalonadas de casas tradicionales de piedra y pizarra, crean un ambiente amable y acogedor. Aunque modesto en su patrimonio, el pueblo brinda la calma y tranquilidad que caracteriza a las localidades rurales.

Entre los lugares de interés destaca la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, una construcción de piedra bien conservada, que cuenta con una torre alta y elegante de siete cuerpos, adornada con vidrieras que iluminan tanto las paredes laterales como la propia torre. Otro punto notable es el ayuntamiento, renovado en los años 80 del siglo pasado, con su estructura de soportales en piedra y ladrillo y una torre del reloj que se eleva, siendo visible desde diferentes puntos del municipio.

El agua es un elemento relevante en la vida cotidiana de La Nava de Ricomalillo. El pueblo dispone de tres fuentes tradicionales con pilones, y a las afueras se encuentra el Lavadero de la Solana, un lugar histórico que ha sido complementado recientemente con un área de merendero, ideal para disfrutar de la naturaleza circundante.

En los alrededores se hallan los vestigios de un antiguo poblado minero y las antiguas minas de oro, que estuvieron en funcionamiento desde la época romana hasta el siglo XIX, cuando fueron abandonadas por su baja rentabilidad. Actualmente, se están llevando a cabo esfuerzos para convertir esta zona en un sitio visitable, impulsando el interés histórico de la región.

Por La Nava de Ricomalillo pasa la Vía Verde de la Jara, un trazado que sigue el antiguo proyecto ferroviario que pretendía unir Talavera de la Reina con las Vegas Altas del Guadiana, en Extremadura. Aunque nunca llegó a completarse debido a las complejidades del terreno montañoso, hoy día este camino es un atractivo para excursionistas y ciclistas. Sin embargo, algunos tramos presentan dificultades, como el mal estado de ciertas secciones y la falta de iluminación en los túneles, lo que ha llevado al cierre temporal de parte de la ruta.

PUNTOS DE INTERÉS

Fuentes y lavadero de La Nava de Ricomalillo

El agua ha tenido siempre un papel importante en la vida diaria de los habitantes de La Nava de Ricomalillo, lo que se refleja en sus fuentes y el tradicional lavadero. El pueblo cuenta con tres fuentes emblemáticas, cada una con su respectivo pilón, que no solo proveen de agua a los vecinos, sino que también sirven como puntos de encuentro social. Estas fuentes, construidas en piedra, mantienen su encanto rústico y han sido cuidadas a lo largo del tiempo, conservando su valor histórico.

A las afueras del pueblo se encuentra el Lavadero de la Solana, un lugar que antiguamente era utilizado por las mujeres del pueblo para lavar la ropa. Este lavadero, también de piedra, sigue en pie como testigo de las antiguas costumbres locales. En torno al lavadero, se ha habilitado recientemente un merendero, convirtiendo el sitio en un espacio ideal para disfrutar de la tranquilidad del campo. Estas estructuras representan la conexión de La Nava de Ricomalillo con su historia y con la importancia del agua en la vida rural.

Torreón de La Nava

El Torreón de La Nava, es un vestigio histórico que destaca en esta pequeña localidad toledana. Esta torre, de origen medieval, formaba parte de un antiguo sistema defensivo utilizado para vigilar y proteger la zona en tiempos pasados, especialmente durante la Edad Media. Aunque no es una construcción de grandes dimensiones, su ubicación estratégica en lo alto de un cerro permitía una vista panorámica sobre el entorno, lo que facilitaba la detección de posibles amenazas.

La estructura del torreón es de planta circular y está construida en piedra, típica de la arquitectura militar de la época. A lo largo de los siglos, ha sufrido algunas modificaciones, pero aún conserva su esencia original. Actualmente, el Torreón de La Nava es un atractivo turístico que, junto con el entorno natural que lo rodea, ofrece una experiencia de tranquilidad e historia. Además, se ha convertido en un símbolo local, representando el pasado defensivo de la región y su conexión con las rutas de comunicación y comercio de tiempos antiguos.

Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios

Es el principal templo religioso de la localidad, y uno de sus monumentos más emblemáticos. Esta iglesia, construida en piedra, destaca por su arquitectura sencilla pero elegante, propia de las pequeñas localidades rurales. Uno de sus elementos más llamativos es su esbelta torre de siete cuerpos, que sobresale en el paisaje del pueblo. La torre, con su cuidada estructura de piedra, está adornada con varias vidrieras que permiten que la luz natural inunde el interior de la iglesia, creando un ambiente tranquilo y acogedor.

El interior del templo es sobrio, como corresponde a la tradición religiosa de la zona, pero ofrece una sensación de paz y recogimiento. La iglesia está dedicada a la Virgen de los Remedios, patrona del pueblo, en cuyo honor se celebran festividades locales. Este edificio, además de su función religiosa, es todo un símbolo en la localidad, y su buena conservación refleja el cuidado y el respeto que los habitantes de La Nava de Ricomalillo sienten por su patrimonio.

Ayuntamiento de La Nava de Ricomalillo

Se trata de un edificio que, aunque de dimensiones modestas, destaca por su arquitectura típica de la zona y su historia. Fue reformado en los años 80 del siglo XX, lo que le otorgó una apariencia renovada sin perder su esencia tradicional. Uno de sus elementos más característicos es su estructura de soportales, construidos en piedra y ladrillo, que le dan un aire rústico y acogedor, en sintonía con el entorno rural del pueblo.

Además, el ayuntamiento cuenta con una torre del reloj, visible desde distintos puntos de la localidad, que se ha convertido en un referente visual y en un símbolo del pueblo. Esta torre, también de piedra y ladrillo, añade un toque singular al edificio y lo hace fácilmente reconocible.

Aunque no es una obra monumental, el Ayuntamiento de La Nava de Ricomalillo es un ejemplo de cómo los pueblos pequeños conservan su identidad a través de la arquitectura local, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia histórica y funcional.

Fuente de la Virgen

El agua es un elemento fundamental en la vida cotidiana de La Nava de Ricomalillo. El pueblo cuenta con varias fuentes tradicionales con pilones, y a las afueras, con el histórico Lavadero de la Solana, espacio que ha sido debidamente acondicionado con una zona de merendero, idóneo para disfrutar de la naturaleza circundante y evocar antiguas tareas domésticas al aire libre.

Entre las fuentes más destacadas se encuentra la emblemática Fuente de la Virgen, un manantial que atesora siglos de historia y devoción. Este lugar se ha convertido en un punto de encuentro y reposo para vecinos y visitantes, quienes aprecian la pureza de sus aguas y la calma que ofrece el entorno. Según la tradición local, el nombre de la fuente proviene de una imagen mariana colocada en una hornacina cercana, que recordaba a los caminantes la protección divina en sus viajes. A través de generaciones, la Fuente de la Virgen ha sido escenario de numerosas romerías y celebraciones populares, manteniendo vivo un rincón cargado de significado.