NUEVO Villa Termal de Grávalos

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Villa Termal de Grávalos

Grávalos es un pequeño municipio ubicado en el sureste de La Rioja, en la comarca de Cervera del Río Alhama y en la zona nororiental de la Sierra de Cameros. Con alrededor de 170 habitantes, es un lugar que conserva el ambiente y la tranquilidad de los pueblos tradicionales, donde el tiempo parece detenerse para permitir disfrutar de su patrimonio natural, cultural e histórico, una combinación de elementos que lo dotan de un gran potencial turístico.

La economía de Grávalos ha estado siempre ligada a la agricultura, destacando los cultivos de vid y almendro, pilares económicos de la región, a los que en los últimos años se ha sumado el olivar. La producción de vino desempeña un papel crucial, respaldada por viñedos y bodegas inscritas en la Denominación de Origen Calificada Rioja, lo cual garantiza la calidad y autenticidad de sus productos. Uno de los rincones más pintorescos de la villa es el Barrio de las Bodegas, donde se encuentran 128 bodegas particulares excavadas, muchas de ellas aún en uso para la elaboración artesanal de vino por algunos de sus vecinos, lo que conserva vivas las tradiciones vitivinícolas de la localidad.

Otro recurso natural importante en Grávalos son sus aguas mineromedicinales, que emergen de manantiales conocidos desde tiempos romanos. Estas aguas alcanzaron gran popularidad en el siglo XIX, cuando se inauguró el primitivo balneario que se mantuvo en funcionamiento hasta la década de 1970. En 2011, se emprendió la restauración del edificio y se construyó un nuevo hotel balneario en sus instalaciones, aunque actualmente permanece cerrado, esperando ser gestionado por una empresa especializada que permita su reapertura y reactivación como fuente de ingresos y atractivo turístico.

El patrimonio arquitectónico de Grávalos se enriquece con la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, un templo del siglo XVI que combina elementos renacentistas y góticos. Su fachada de piedra y su elegante interior reflejan la historia religiosa del lugar, siendo un punto de encuentro y devoción para los habitantes.

Por último, el entorno natural del municipio, rodeado por el monte Yerga, ofrece diversas rutas de senderismo que permiten disfrutar de vistas panorámicas de La Rioja Baja, complementadas con una gastronomía local en la que destacan productos como el vino y el aceite, que completan una experiencia auténtica en este rincón de La Rioja.

Información de sus aguas

NOMBRE DEL MANANTIAL
Font Podrida

CAUDAL
— l/s

TEMPERATURA
16ºC.

TIPO DE AGUAS
Sulfurado cálcica de fuerte mineralización.

INDICACIONES

Afecciones reumáticas.

USO DEL AGUA MINEROMEDICINAL
Balneario de Grávalos

PUNTOS DE INTERÉS

Balneario de Grávalos

La historia de Grávalos ha estado siempre conectada con sus aguas termales, cuya existencia se remonta a tiempos inmemoriales y cuyo aprovechamiento ya hicieron los romanos. A mediados del siglo XIX, el ayuntamiento impulsó la construcción de un nuevo edificio para el balneario, reemplazando las antiguas instalaciones que, desde el siglo XVI, albergaban la “Fon Podrida”, famosa por sus aguas sulfurado-cálcicas, muy valoradas entre la población local.

El balneario mantuvo sus puertas abiertas durante la temporada de verano hasta la década de 1970, cuando cerró definitivamente debido a diversos cambios de propiedad. Después de más de treinta años de inactividad, el edificio fue reconstruido y ampliado en 2011, gracias a un esfuerzo conjunto del ayuntamiento y el Gobierno de La Rioja, respetando la estructura original y mejorando sus instalaciones. Las aguas mineromedicinales de Grávalos, hipotermales (16 ºC) y de alta mineralización, son conocidas por su efectividad en el tratamiento de dolencias reumáticas, como artritis, fibromialgia y dolores musculares.

Actualmente, el balneario permanece cerrado mientras se busca un adjudicatario especializado para reactivar su funcionamiento.

Lavadero de la Fonsorda

El Lavadero de la Fonsorda fue construido entre 1911 y 1914 durante la alcaldía de Juan Pérez, y en su momento representó una notable mejora en la vida cotidiana de la comunidad. En aquella época, la tarea de lavar la ropa era ardua y recaía principalmente en las mujeres, quienes utilizaban este espacio no solo para el trabajo, sino también como un punto de encuentro social. En el lavadero, se compartían anécdotas, se discutían las novedades del pueblo y se fortalecían los lazos veinales, convirtiéndolo en un centro de convivencia local.

Situado detrás del balneario y junto a una balsa de riego, el lavadero tenía acceso a agua «más fina» que la del lavadero de la plaza, por lo que era muy apreciado por sus usuarias. Tras una restauración que incluyó la reutilización de una cubierta del manantial del balneario, el Lavadero de la Fonsorda conserva su valor histórico y cultural. Hoy en día, se ha convertido en un atractivo dentro de las rutas turísticas locales, evocando la memoria de la vida comunitaria de otros tiempos.

Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Grávalos ha implementado diversas iniciativas en sostenibilidad y ecología, enfocadas especialmente en afrontar los desafíos de abastecimiento de agua que enfrenta el municipio debido a las sequías y al cambio climático. En colaboración con el Gobierno de La Rioja, se ha impulsado la construcción de un nuevo pozo que permitirá mejorar el suministro de agua potable a los habitantes.

En los últimos años, Grávalos ha participado activamente en programas de sostenibilidad a través de la plataforma “Ecólatras,” que apoya proyectos locales de conservación ambiental. Entre estas iniciativas destacan actividades de limpieza de entornos naturales, promoción del consumo responsable y el fomento de la biodiversidad.

Tras años de gestiones y con el apoyo de la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento de Grávalos logró materializar el proyecto de su balneario a través de una colaboración que culminó en una gran inversión. Este esfuerzo revitalizó las instalaciones y transformó el balneario en una infraestructura clave, con servicios modernos para atraer turismo y fomentar el desarrollo económico local. La iniciativa incluyó también la construcción de un hotel de cuatro estrellas, combinando termalismo con alojamiento de alta calidad.

Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua

La iglesia de Nuestra Señora de la Antigua es un templo de gran interés histórico y arquitectónico. Construida en mampostería y sillería, su origen se remonta al siglo XVI, aunque experimentó modificaciones en el siglo XVIII. La estructura presenta una planta en cruz latina sin ábside prominente y cuenta con tres naves separadas por arcos de medio punto, que descansan sobre pilastras de estilo toscano. Los muros de la iglesia son excepcionalmente gruesos, alcanzando hasta 1,40 metros de espesor, lo que le otorga una notable solidez.

En su interior destaca el retablo mayor de la iglesia, de estilo barroco, que fue restaurado en 2009 y se compone de dos cuerpos que aportan solemnidad al templo. Entre las piezas más valiosas destaca la imagen de la Virgen de la Antigua, una escultura románica del siglo XIII que muestra indicios de transición al estilo gótico. La obra presenta una atención detallada en los pliegues y adornos de las vestimentas, mientras que la posición del Niño Jesús introduce un sutil dinamismo, reflejando su carácter transitorio entre ambos estilos artísticos.

Ermita del Humilladero

La ermita fue edificada en 1732 por mandato del Marqués de Valde-Ezquerra, con la finalidad de ofrecer refugio a los peregrinos que transitaban por la región. Este espacio se transformó en un sitio de devoción y peregrinaje, al que acudían los fieles para orar y cumplir con actos de penitencia.

Es un edificio sencillo, construido en mampostería, con una nave de cabecera cuadrangular y una fachada de piedra y ladrillo, adornada con motivos religiosos y esculturas de santos. En su interior, sobresale el retablo principal, dedicado a la Virgen de la O, junto a varias pinturas y tallas religiosas que embellecen las paredes.

En el exterior, se encuentra un pequeño atrio con un crucero y un humilladero, donde los devotos realizan oraciones y ofrendas. Además, la ermita alberga conciertos, exposiciones y conferencias para impulsar el arte y la cultura locales, convirtiéndose en un centro cultural destacado en la zona. Aunque el conjunto muestra un estilo barroco del siglo XVIII, ha sido completamente restaurado.