Situada en un territorio vertebrado por el río Turia, la historia de Chulilla está determinada por la hidrografía, tanto como fuente de recursos económicos, como por estrategia defensiva. Chulilla se extiende en forma de anfiteatro, en la base de una alta colina dominada por el castillo árabe que aún conserva torreones y murallas, mientras que por el lado del río un impresionante cañón la convierte en una fortaleza natural prácticamente inexpugnable.
Se trata de una villa llena de encanto rodeada de hermosos paisajes y conocida por su histórico balneario, actualmente cerrado, que fue un destino muy popular por los beneficios terapéuticos de sus aguas mineromedicinales.
A solo 60 kilómetros de Valencia, este pequeño pueblo ofrece experiencias de historia y naturaleza. Su impresionante entorno natural posibilita una infinidad de actividades al aire libre. El cañón del Turia es ideal para el senderismo y la escalada, con espectaculares vistas desde sus puentes colgantes, que constituyen en si mismos una ruta. Siguiendo el sendero de los Pantaneros, tras unos cinco kilómetros, se llega al embalse de Loriguilla por el mismo camino que recorrían los trabajadores que lo construyeron en los años 50. Este trayecto atraviesa las hoces del río Turia, brindando una magnífica oportunidad para explorar este espacio natural que culmina en las aguas del embalse, donde se pueden practicar diversas actividades acuáticas. Por otro lado, la Ruta del Alto de la Bandera ofrece vistas panorámicas y una rica diversidad de la flora y fauna local.
El castillo del siglo XIV, situado en lo alto del cerro, proporciona vistas panorámicas del pueblo y sus alrededores y singulariza con su presencia la fisonomía del conjunto urbano. El casco antiguo, con su arquitectura tradicional y empinadas calles empedradas, como las del Castillo, San Juan, Los Ángeles, Abadía y Mayor, forma una parte importante del patrimonio cultural. Sus cerca de 700 habitantes, amables y hospitalarios, contribuyen a la acogedora atmósfera del pueblo, siempre dispuestos a compartir información sobre la historia del municipio.
La gastronomía local, con propuestas como la paella y la horchata, junto con las festividades tradicionales enriquecen la experiencia de visitar Chulilla. Además el municipio lleva a cabo planes de acción social y desarrollo sostenible, incluyendo programas de interpretación y restauración ambiental, que demuestran un compromiso con el futuro del lugar.