Con poco más de mil habitantes, Benassal es un encantador enclave ubicado en el Alto Maestrazgo. Rodeado de hermosos paisajes, destaca por su bien conservado patrimonio cultural y el famoso manantial Font d´En Segures, donde mana constante el agua de Benassal, conocida desde antiguo por sus propiedades medicinales.
El casco histórico de Benassal es un viaje al pasado. Sus calles empedradas, casas señoriales y monumentos medievales como la iglesia de la Asunción, del siglo XIII, el castillo de la Mola, y el Forn de Dalt, un horno medieval en uso hasta los años 70 y ahora sede de actividades culturales, reflejan su rica historia. Los arcos y torres de la muralla que delimitaban la parte más antigua de la población también forman parte de este patrimonio.
El entorno natural es otro de los grandes atractivos de este municipio castellonense. A solo tres kilómetros del núcleo urbano se encuentra el parque natural municipal del Rivet, un bosque mediterráneo donde abundan robles, carrascas y una gran variedad de flora y fauna. Situado en las estribaciones más orientales del Sistema Ibérico, ofrece desde sus 940 metros de altitud impresionantes panorámicas de las montañas del Maestrazgo. Este paisaje, en parte modelado por la mano del hombre para el pasto de ganado, es ideal para los amantes de la naturaleza.
La economía de Benassal se basa en la agricultura de secano, con cultivos de avellano y almendro, la ganadería porcina y pequeñas industrias de elaboración de quesos y productos cárnicos. El turismo también ha cobrado gran importancia, impulsado por los servicios turísticos en los alrededores del manantial Font d’En Segures.
El termalismo en Benassal ha tenido una historia de altibajos. En 1862 se construyó junto a la fuente la primera instalación balnearia conocida como «La Primitiva» o «l’Hospitalet», con habitaciones para alojar agüistas y una capilla. Hasta 1918 el balneario vivió una época de expansión y las aguas fueron declaradas de Utilidad Pública. En 1913 se construyó el Hotel Font d’En Segures, atrayendo a familias de abolengo y situando el balneario entre los destinos termales más preciados de la época. Durante la Guerra Civil el balneario sirvió de refugio para políticos y obispos, y posteriormente cayó en el abandono.
En 2011 se inauguró un nuevo balneario con modernas instalaciones, incluyendo piscinas, saunas, baños y cabinas de tratamiento, pero este cerró en octubre de 2022 sin noticias de su futura reapertura.
A pesar de esto Benassal es un destino atractivo por su historia, el agua mineral natural, sus monumentos históricos y hermosos paisajes, que invita a ser descubierto y disfrutado.