NUEVO Villa Termal de Alhama de Almería

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Villa Termal de Alhama de Almería

Entre la montaña y la costa y a solo 24 km de la capital se sitúa la Villa Termal de Alhama de Almería, ubicada dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada, siendo la puerta de bienvenida de la comarca almeriense de la Alpujarra.

Su nombre viene de “Alhamman” que significa baños termales. El origen de esta Villa termal es cristiano pero la huella musulmana está muy presente en sus calles, en las fortalezas y en el Balneario de San Nicolás.

Su topónimo ya da muestra de su relación con el agua, pero hubo una época en la que se le conoció como Alhama la Seca ya que un terremoto ocurrido en el siglo XVII llegó a secar sus fuentes. También fue conocida como Alhama de Salmerón, pues aquí nació Nicolás Salmerón, presidente de la I República española en 1873.

El agua mineromedicinal del Manantial de San Nicolás es aprovechada actualmente en el Balneario que lleva el mismo nombre que su manantial. Este balneario cuenta con un hotel anexo de tres estrellas y 85 habitaciones.

Información de sus aguas

NOMBRE DEL MANANTIAL
San Nicolás

CAUDAL
— l/s

TEMPERATURA
47,5ºC

TIPO DE AGUAS

Cálcicas
Sulfatas
Bicarbonatadas
Ferruginosas
Radiactivas
Magnésicas

INDICACIONES

Efermedades reumáticas
Articulares
Musculares y nerviosas
Respiratorias
Aansiedad, stress…
Aparato digestivo y vías urinarias

USO DEL AGUA MINEROMEDICINAL
Balneario de San Nicolás

PUNTOS DE INTERÉS

Balneario San Nicolás

El Balneario San Nicolás es un histórico centro termal con una larga tradición, gracias a la calidad de sus aguas mineromedicinales. Su historia se remonta a las épocas romana y árabe, cuando ya se valoraban las propiedades curativas de las aguas de Alhama.

En 1874 se fundó la sociedad de Baños de San Nicolás, y en 1877 se inauguró el edificio que alberga el actual balneario, el cual ha sido sometido a numerosas mejoras y ampliaciones a lo largo de los años.

Las instalaciones ofrecen una amplia gama de servicios, como piscinas termales, duchas a presión, saunas, baños de vapor y salas de hidroterapia y masajes. Sus aguas, catalogadas como sulfuradas, cálcicas y magnésicas, alcanzan una temperatura de 47,5 ºC y están especialmente indicadas para tratar afecciones reumáticas, dermatológicas, respiratorias, del aparato locomotor y alteraciones nerviosas. Su administración por vía oral mejora la digestión y la función hepática, favoreciendo la desintoxicación orgánica.

El balneario cuenta además con un hotel de 89 habitaciones, todas exteriores, algunas de ellas con terraza, perfectamente equipadas para una estancia cómoda y agradable.

La Puente de Alhama

Se trata de una obra que ha suscitado cierta controversia respecto a su datación y origen. Predominan las fuentes que la catalogan como una construcción de estilo neoclásico, asociada a los grandes proyectos de ingeniería que se promovieron durante el reinado de Carlos III para la modernización y el desarrollo de obras públicas. Esta infraestructura fue concluida en 1807, según consta en las inscripciones presentes en el propio puente, y su diseño y datación coinciden con las reformas impulsadas a principios del siglo XIX, un periodo de auge económico en la región, gracias al desarrollo de la minería y la agricultura, en especial el cultivo de uva de mesa.

No obstante, se ha especulado con la posibilidad de que la Puente sea una remodelación de un puente anterior, posiblemente de origen medieval, aunque no existen pruebas concluyentes que lo corroboren. La actual estructura, realizada en piedra caliza, presenta una disposición monumental, destacando sus arcos de medio punto, que combinan funcionalidad y armonía con el entorno natural del barranco del Moralillo.

La Puente fue inscrita como Bien de Interés Cultural (BIC) en noviembre de 2023, en reconocimiento a sus valores arquitectónicos, históricos, etnológicos, paisajísticos, científicos y técnicos.

La Cascada de Alhama

Situada en el casco urbano de la localidad, es uno de sus puntos más icónicos. La cascada es una obra artificial creada en 1971, diseñada para mejorar el flujo de agua destinado al riego y de paso embellecer el entorno, por lo que el proyecto no solo incluyó la regulación del caudal, sino también la incorporación de elementos estéticos, como vegetación autóctona y piedra local, para realzar el atractivo del lugar, además de un sistema de iluminación que permite apreciar la cascada durante la noche. Ubicada en un parque de pinos frente a la piscina municipal, la iniciativa de adecuación fue financiada en parte por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, contribuyendo a revitalizar este espacio y fortalecer su atractivo turístico.

Más allá de su valor estético y recreativo, la cascada cumple con una función esencial para la comunidad local, de distribuir el agua de riego del municipio. Este uso tradicional del agua ha sido fundamental para la agricultura en Alhama de Almería, permitiendo el riego de las huertas y cultivos que rodean la villa.

La Iglesia de San Nicolás de Bar

La Iglesia de San Nicolás de Bari es uno de los monumentos más destacados de la localidad, cuyos orígenes al parecer se remontan al siglo XVI, aunque las primeras referencias escritas aparecen a finales del siglo XVII.

A lo largo del tiempo el templo ha sido objeto de numerosas reconstrucciones como la llevada a cabo por el duque de Maqueda en 1672, que volvió a edificar la iglesia sobre las ruinas dejadas por el levantamiento morisco de 1569.

Durante la Guerra Civil, el edificio fue utilizado como mercado municipal y un incendio destruyó gran parte de su patrimonio. En 2008, tras un año de intensos trabajos de rehabilitación en que se renovaron tanto su estructura como distintos elementos decorativos, incluidas nuevas vidrieras y un altar de mármol, la iglesia fue consagrada nuevamente. En la actualidad, el templo sigue siendo un referente religioso para la comunidad, combinando elementos arquitectónicos históricos con toques modernos, fruto de sus varias intervenciones a lo largo del tiempo.

Paño muralla árabe Alhama de Almería

Los restos de la muralla árabe en Alhama de Almería son testimonio de su pasado musulmán, cuando la localidad, conocida por sus aguas termales, jugó un papel estratégico en la época medieval. Durante la dominación musulmana en la Península Ibérica (siglos VIII-XV), la ciudad estuvo fortificada para protegerse de ataques e incursiones.

Aunque hoy solo se conservan fragmentos de esta muralla, su valor histórico y patrimonial es significativo. Estos restos permiten imaginar cómo debió ser la estructura original, probablemente con torres de vigilancia y puertas fortificadas, elementos comunes en las defensas de la época. Actualmente, las autoridades locales trabajan en la preservación de estos vestigios, integrándolos en el paisaje urbano y destacando su importancia arqueológica.

Los restos de la muralla no solo representan la herencia cultural de la localidad, sino que también proporcionan información sobre las técnicas constructivas y los sistemas defensivos árabes en la Península.