A 20 kilómetros al sur de Mérida, siguiendo la Vía de la Plata, se encuentra el municipio de Alange, situado junto al embalse que lleva su nombre. Seguramente la proximidad de la localidad a la Vía de la Plata y a Emérita Augusta (Mérida) facilitó el descubrimiento y uso de su manantial, que forma parte del conjunto arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Alange es un pueblo con un interesante patrimonio histórico y cultural en donde destaca la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Milagros, un templo gótico-mudéjar del siglo XVI, cuyo interior fue reformado en 2008. También es notable la Ermita de San Bartolomé, situada en las afueras del pueblo, cerca del balneario y junto a un pequeño mirador que permite disfrutar de encantadoras vistas.
Del pasado medieval de Alange da fe el Castillo de la Culebra, una fortaleza árabe del siglo IX que se alza en una colina estratégica para controlar la Vía de la Plata y los movimientos militares de la época desempeñando un papel crucial durante la Reconquista. Desde su emplazamiento se tiene una impresionante panorámica del embalse y su entorno.
Uno de los elementos más emblemáticos de Alange es el Cancho de la Picota, un peñasco en el embalse que se convierte en islote cuando el nivel del agua sube. Cuando baja revela restos del antiguo pueblo sumergido, como calles y fragmentos de casas. Además, los Canchos del Coso, o de los Toros, ofrecen un espectacular mirador, coronado por la figura del Sagrado Corazón de Jesús.
Alange es también conocida por sus festividades como la Romería de San Bartolomé, la Semana Santa y las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de los Milagros. Estas celebraciones, junto con su artesanía, gastronomía y la hospitalidad de sus habitantes, hacen de Alange un destino muy atractivo. Su turismo está impulsado por el balneario que ofrece más de 500 plazas hoteleras, y su playa junto al embalse y los distintos deportes náuticos que se pueden practicar en sus aguas.
El ayuntamiento organiza eventos como el Festival del Agua, celebrado entre los meses de junio y julio con numerosas actividades gratuitas, o los concursos fotográficos «Alange, destino de orquídeas” y “Duelo con vencejos» que buscan poner en valor lo más singular de su flora y fauna.